Por: Oscar Peña Barrera.
Nadie hace algo importante solo. Haz un equipo Master Mind.
Muchos emprendedores cometen el gravísimo error de querer comerse el mundo solos. Suena lo bastantemente ilógico como para creer que puede ser verdad, pero lo es. Si alguna vez has emprendido algo, lo más seguro es que el pensamiento de hacerlo tú solo haya cruzado al menos una vez por tu mente. Este es el peor error que puedes cometer.
En numerosos libros y seminarios de emprendimiento nos dicen lo mismo, que formemos un equipo, pero la manera que más me ha gustado es cómo lo plantea Napoleon Hill en su célebre libro “Think and Grow Rich“.
Él nos habla de los equipos Master Mind, que son las personas en quienes debes confiar y a quienes debes escuchar. La verdad es que las ideas son las mismas de los demás autores, pero me gusta el nombre que le dio al equipo: Master Mind.
No me voy a quedar con solo darte el consejo de formar un equipo, sino te voy a dar algunas cosas a considerar al momento de formarlo.
Tienen que ser personas de tu entera confianza. Muchas veces uno busca gente con muchísima experiencia en un tema y se olvida de las personas que han estado ahí toda su vida y en las que puede confiar. En igualdad de circunstancias, procura involucrar gente de tu entera confianza en tu equipo antes de incluir a algún desconocido. Recuerda que ellos toman decisiones e influyen en las tuyas.
Deben ser buenas personas. Una persona que no es buena en su interior es una traición esperando a suceder. Yo en lo personal no hago negocios con personas que yo sé que no son éticas, pues siento que si no son honestas en algunas áreas de su vida, pueden no serlo en los negocios también.
Recuerda siempre que el 20% de 10,000 es mas que el 100% de 1,000 cuando dudes de hacer un equipo Master Mind. El repartir las ganancias no significa menos utilidades para uno, sino más, pues hay más gente trabajando para el mismo fin.
Empieza a pensar en quienes pueden integrar tu equipo Master Mind, y escúchalos. Que esta sea tu tarea de hoy, empezar a conformar, aunque sea en tu cabeza, tu equipo. Y recuerda que tienes que ofrecer algo, pues ninguna persona inteligente espera que alguien trabaje sin su adecuada retribución.