MIENTRAS MÁS TE ESFUERZAS, MENOS CONSIGUES

Por: Oscar R. Peña Rojas.

Con mucha frecuencia tenemos la sensación de que mientras más nos esforzamos por conseguir algo, menos lo conseguimos.

Y así es. Un caso típico es cuando tenemos insomnio: mientras más nos preocupamos por dormir, menos podemos conciliar el sueño. Conforme pasan los minutos, o las horas, más tensión tenemos y menos podemos dormir.

Otra situación es cuando quieres causar una buena impresión ante tus superiores y tratas de tener un buen desempeño durante una reunión clave. Los nervios te traicionan y terminas haciendo un pobre papel que no causó una impresión particularmente buena entre los asistentes, quizá hasta fue mala.

Paradoja de we-wei

Este fenómeno es conocido como la Paradoja de we-wei. Fue identificado hace miles de años por pensadores chinos. Según creían, hay que tratar de conseguir algo, pero sin tratar. Porque si tratas, menos lo consigues. Por tanto, tratar no es bueno, pero no tratar tampoco es bueno. Entonces, ¿qué hacer?

Edward Slingerland aborda este tema en su reciente libro Trying Not to Try: Ancient China, Modern Science, and the Power of Spontaneity (Tratando de no tratar: China Antigua, ciencia moderna y el poder de la espontaneidad) y aporta consejos generales sobre cómo puedes actuar de manera que vivas más espontáneamente y que, a la vez, tu desempeño sea mejor.

Sostiene la tesis de que en muchas situaciones cotidianas vale más confiar en la reacción del cuerpo, o del inconsciente, que en el esfuerzo consciente. Algo parecido a cuando jugamos algún partido de tenis, por ejemplo, solo por diversión y nos desempeñamos magistralmente. Pero, cuando jugamos algún juego importante, quizá en un torneo, lo hacemos con torpeza.

En el primer caso dejamos que la reacción automática del cuerpo se haga cargo. En el segundo la mente consciente, al tratar de tomar control de la situación, interfiere con la actuación natural del cuerpo y daña su desempeño.

Slingerland nos lleva al pasado para revisar la solución a esta paradoja que dan cuatro sabios chinos: Confucio, Laozi, Mencius y Zhuangzi.

Estos sabios llaman we-wei al hecho de dejar que tus reacciones automáticas sean las que se hagan cargo de la situación. Coinciden en que esto es mejor que actuar siempre bajo el control de la mente consciente. Los logros son mayores.

Pero no solo esto, al operar en we-wei provocas de, que es una proyección de tranquilidad, seguridad, confianza, que son percibidas por los demás. El de te facilita la relación con quienes convives.

Todos reconocen la paradoja we-wei. Si tratas de operar en we-wei, no lo consigues. Para operar en we-wei hay que evitar tratar. Pero, de alguna manera, debes tratar.

Soluciones

Desafortunadamente no hay un acuerdo entre ellos sobre cómo alcanzar el we-wei. Cada uno aporta una solución que es en buena medida incompatible con la que dan los otros.

Confucio propone que a través de esforzarte en seguir deliberadamente ciertos comportamientos, finalmente el cuerpo se adapta a ellos y responde de manera correcta y automática cuando han sido asimilados. Algo parecido a cómo aprendes a manejar. Al principio haces cada una de las operaciones de manera consciente, acelerar, frenar, dirigir, pero después lo haces de manera automática.

Laozi sugiere que te dejes llevar por tu respuesta automática natural. Considera que al nacer llevas imbuidas las respuestas adecuadas a cada situación y simplemente debes dejarte guiar por ellas. La naturaleza, (plantas y animales) no tienen una mente que las norme y, sin embargo, llevan a cabo sus funciones de manera correcta. Al hombre le estorba la mente. Lo condiciona y controla de manera que se aparta de su comportamiento correcto.

Mencius considera que son importantes las reacciones automáticas, pero es necesario normarlas. Deben pasar por el filtro de la mente y ser ajustadas en lo que sea necesario. Con el tiempo puedes ejercer una menor supervisión y confiar más en la respuesta automática sin cuestionarla.

Zhuangzi aconseja que relajadamente te dejes guiar por tus valores, por lo que consideras conveniente, sin preocuparte si tratas o no tratas, simplemente haciendo lo que tienes que hacer.

Pero, sigue la pregunta: ¿qué hacemos? ¿a quién le creemos? El autor del libro considera que dependiendo de las circunstancias y de la manera de ser de cada persona se puede adoptar la estrategia adecuada a cada situación. Aporta algunos ejemplos prácticos de cómo puedes discernir cuál es la más conveniente.

Nota. Recibí este libro de Blogging for Books para su revisión.


Autor: Oscar R. Peña Rojas.
Si te gustó este artículo suscríbete a nuestra newsletter, y danos un Like en Facebook.
Puedes encontrar a todos nuestros asesores en la pestaña de Nuestro Equipo, así que si necesitas algún servicio de asesoría o consultoría en tu empresa no dudes en contactarlos.
Actualizado: mayo 11, 2015 — 11:31 am

El autor

Oscar R. Peña Rojas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *